domingo, 29 de marzo de 2015

Frederic Joliot-Curie



Jean Frédéric Joliot-Curie (nacido Jean Frédéric Joliot en París el 19 de marzo de 1900 y fallecido en París el 14 de agosto de 1958). Físicoquímico y profesor universitario francéspremio Nobel de Química en 1935.
En 1945 fue nombrado alto comisario a la energía atómica, y desde este puesto dirigió la construcción de la primera pila atómica francesa, en 1948.Jean Frédéric Joliot estudió en la Escuela Superior de Física y Química de la Villa de París, donde se licenció en física. En 1925 fue nombrado asistente personal de Marie Curie en el Instituto Curie de París. El año siguiente se casó con Irène Curie, hija de Marie y de Pierre Curie (ganadores del Premio Nobel en Física en 1903). Ambos adoptaron el apellido común Joliot-Curie tras su matrimonio en 1926. A instancia de Marie se doctoró en Ciencias.
Miembro de la Academia Francesa de Ciencias, en 1937 fue nombrado profesor en el Colegio de Francia, cargo que ocupó hasta el 1956 cuando, tras la muerte de su esposa, ocupó la cátedra de física que ésta tenía en La Sorbona de París.
Frédéric e Irene Joliot-Curie tuvieron una hija, Helena y un varón, Pierre.
Murió el 14 de agosto de 1958 en la ciudad de París, de una enfermedad hepática.

Investigaciones científicas

Durante su estancia en el Colegio de Francia trabajó en las reacciones en cadena y en los requisitos para la construcción acertada de un reactor nuclear que utilizara la fisión nuclear controlada para generar energía mediante el uso de uranio y agua pesada.Junto a su esposa inició sus investigaciones en el campo de la física nuclear y buscando la estructura del átomo, en particular en la estructura y proyección del núcleo y que fue fundamental para su posterior descubrimiento del neutrón y de la radioactividad artificial en 1934. En 1935 ambos científicos fueron galardonados con el Premio Nobel de Química por sus trabajos en la síntesis de nuevos elementos radiactivos.
Durante la invasión nazi en Francia Joliot, miembro activo del Partido Comunista Francés, tomó parte activa a favor de la Resistencia francesa. Al acabar la Segunda Guerra Mundial fue nombrado director del Centre National de la Recherche Scientifique (Centro Nacional de Investigación Científica, CNRS), convirtiéndose en el primer comisario del Gobierno francés para la Energía Atómica. En 1948 supervisó la construcción del primer reactor atómico francés.
En 1955 fue uno de los once intelectuales que firmaron el manifiesto Russell-Einstein que instaba a buscar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales existentes en aquellos momentos en plena Guerra Fría.

Reconocimientos

Fue galardonado en 1947 con la medalla Hughes, concedida por la Royal Society «por sus distinguidas contribuciones a la física nuclear, particularmente el descubrimiento de la radiactividad artificial y de la emisión de neutrones en el proceso de fisión».
En su honor se nombró el cráter Joliot sobre la superficie de la Luna.

sábado, 7 de marzo de 2015

Paracelsus



Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, también Theophrastus Bombast von Hohenheim, conocido como Paracelso o Teofrasto Paracelso (n. en Zúrich, en la TeufelsbrückeEinsiedeln,17 de diciembre de 1493 – Salzburgo24 de septiembre de 1541), fue un alquimistamédico y astrólogo suizo. Fue conocido porque se creía que había logrado la transmutación del plomo en oro mediante procedimientos alquimistas y por haberle dado al zinc su nombre, llamándolo zincum.
El nombre Paracelso (Paracelsus, en latín), que escogió para sí mismo y por el que es generalmente conocido, significa «igual o mejor que Celso», un médico romano del siglo I.
Se trata de una de las figuras más contradictorias e interesantes de la historia de la medicina. Su incesante búsqueda de lo nuevo y su oposición a la tradición y los remedios heredados de tiempos antiguos le postulan como un médico moderno, adelantado a sus contemporáneos. En cambio, en su concepción del misticismo y la astrología se podría decir que mantuvo una postura inmovilista sobre los conceptos más arcaicos.
«No debe haber ningún cirujano que no sea también médico. Donde el médico no sea también cirujano no será más que un ídolo que no es sino un monigote.»
Paracelso